querido hermano, Pedro:Hoy tenemos la dicha de celebrar junto a ti un aniversario más de aquel glorioso día en que vuestros ojos contemplaron por vez primera la luz de este mundo, junto a ti porque ninguna distancia cuantificable o no sería capaz de separar los lazos de nuestra hermandad y aun menos disolver el gran cariño que nació con esta amistad pura, sincera, incondicional e ilimitada.Más que cumplir hoy, hermano, otro año de vida, es la vida la que hoy se reafirma y confirma en vos; los años no importan, sino lo que se ha hecho con ellos, nuestra verdadera edad no se mide en tiempo, sino en experiencia adquirida y en la voluntad por vivir, en el entusiasmo en viviendo manifestado, en la honorabilidad e integridad con que se encaran y salvan los días haciendo de cada uno de ellos algo memorable, valioso, trascendental a través de las elecciones y las acciones con que marcamos el tiempo; es por ello que vos sos al mismo tiempo tan joven y tan maduro, digno de todo nuestro respeto, de toda nuestra admiración.Vos no tienes edad, hermano, tienes vida, y hoy no celebramos contigo los años que orgullosamente cumples de ésta vida, sino lo que con estos años has hecho, lo que sos a través de éstos años. Celebramos al hombre, al amigo, al hermano, al padre, al hijo, al poeta, al incansable trovador de la verdad y la alegría, celebramos al trotamundos, al marinero, al niño que huyó de casa en busca de su propio destino y que desde entonces jamás se detuvo, al joven que conoció en carne propia las heridas de la soledad, el frío y el dolor de las carencias y que supo sobreponerse sin perder un solo gramo de su integridad, sin venderse, sin ceder. Hoy celebramos vuestra vida, hoy celebramos todos y cada uno de los años que te han traído a nosotros, a la experiencia que da valor y peso a vuestra voz, a vuestros pasos, a los malos momentos que no pudieron más que hacer más grande, fuerte y generoso vuestro corazón, a los buenos momentos que os han colmado de sonrisas; a las lágrimas que transformas en diamantes, a las risas que no te guardas, que regalas, que compartes, a los días que te han llenado de versos las manos, los ojos, los labios, la hoja, el alma; a los encuentros, a las despedidas, a lo ganado y a lo perdido, a todo esto, hermano, que ha colmado tus días y en vuestra esencia su marca ha dejado, ¡de cuántas cicatrices, hermano, llevas la piel y el alma adornadas!. Tu vida no ha sido fácil, nada fácil, y yo soy menos que nada para mencionarlo, y no obstante lo hago porque os quiero, porque eres un vivo ejemplo, maestro de vida y porque sé que no ha sido fácil; pero que vida que torne trascendental y vuelva su nombre inmortal lo ha sido; sólo a través del sufrimiento en la adversidad de la senda y en éstos venciendo es que el hombre toca la gloria, y no la mundana, y no la eterna etérea, sino la propia, sino la del amor, sino la de la satisfacción y plenitud, esa que puede compartirse y reconocerse, tal cual en vos la reconocemos tus amigos, todos los que te queremos. Es ese cariño, es ese amor por el que hoy junto a vos y a vos mismo celebramos. La amistad verdadera es el mayor tesoro, la mayor bendición que un hombre puede encontrar en este mundo valle de lágrimas, ocasionalmente, porque en realidad el mundo y la vida es lo que elegimos hacer de ellos, y vos lo sabes, hermano; y en este mundo bastante difícil es encontrar un amigo de verdad, y creo es bueno que así sea, de otra manera quizá no sabríamos valorarlo y la amistad no sería lo que es. Y vos, hermano, vos sos un amigo de verdad, un amigo con mayúsculas, en toda la infinita extensión de la palabra, del concepto, del sentimiento, de la propiedad inherente, y nosotros, junto a vos, los más afortunados. Y cuando tal fortuna se ha encontrado, ni el tiempo, ni las distancias, ni los años, ni los mares, ni los dioses, ni los hombres son obstáculo para manifestar, para hacer crecer y tornar eterna esta amistad.Entre tantos millones de personas en el mundo, entre tantos miles y miles de lugares para compartir un verso: nos hemos encontrado, yo no creo en el destino, pero sin duda esto es lo que más se le parece, así que agradezco con toda el alma a esta semejanza del destino.No es mucho el tiempo que juntos hemos andado estos últimos días, pero eso tampoco importa, ya fuimos amigos y hermanos casi desde el primer día, quizá desde otra vida, en alguna otra dimensión, en alguna otra galaxia, qué sé yo, eso tampoco importa, realmente, importa sólo que es verdad, que lo sabe cada molécula de mi esencia. Querido, admirado y respetado te hemos desde el primer día, porque vos posees esa maravillosa cualidad, la de haceros querer al instante, sin proponéroslo, sin planearlo, sin más motivo que el de hacer amigos, sos un sembrador de amistad, sos un cultivador de amistad. Lo sé por cierto desde el primer día, aquel en que algunos versos me comentaste y yo os agregué a mi lista de amistades, y mientras os decía: “Hey, no me agregarás a tu lista de Amigos” —vos respondiste con estas palabras que jamás olvidare—: “No, porque ya eres mi amigo”.Y yo supe que era verdad, que yo ya era tu amigo y en vuestro corazón, no en un listado virtual, no en una comunidad web, ni como un contacto más para asegurarse comentarios o matar alguna vez el tiempo, sino un amigo de verdad, sino en vuestro corazón, sino en vuestra vida, más allá de redes, cables, compromisos, cortesías, en un monitor, entre los circuitos con una dirección electrónica y una imagen pixeleada; supe que ya era vuestro amigo, en la vida, allá afuera, en donde vos estuvieses, en donde yo estuviese, y sobre todo supe que era por siempre. Sí, vos sos un sembrador de amistad, un cultivador de amistad, vos os entregas sin pedir nada, sin preguntar y de la misma manera nos abrazas, vos estás dispuesto a darlo todo por un amigo, por aquellos que quieres y hasta por los que no, si acaso fuese posible que vos no quisieras a nadie. ¿Cómo no os voy a querer? ¿Cómo no os habríamos de celebrar, hoy y siempre?.Hoy no te escribí un poema de humor, como fue la propuesta original, porque, ¿sabes, hermano? No puedo, no soy bueno para ello, no tengo vuestro talento; y quería hablaros con seriedad, honestamente, desde mi corazón, porque tampoco poseo las palabras suficientes para aproximarme aunque sea un poco al núcleo del sentimiento y la amistad que a vos me une, por otro lado creo que en intentándolo jamás terminaría, os escribiría treinta enciclopedias, una novela biografita de no sé cuantos tomos y los años que me restan, pero no importa a cuánto se extiendan mis palabras, porque yo sé también como vos que ya lo sabes, y que no preciso explicar ni transportar a letras nada, y sin embargo aún debo deciros, aún debo en letras dejar constancia para la posteridad y en este Jardín, el Jardín que sembrase nuestro Hermano Menor y el que ahora junto a nuestros queridos amigos cultivamos en versos: que de todo corazón os deseo un feliz e inolvidable cumpleaños, que aunque no nos puedas ver estamos a tu lado, estamos junto a ti, hoy y siempre. Que es un honor y un júbilo inagotable poder celebrar a tu lado, qué es una bendición haberos conocido, haberos encontrado, que sos mi hermano mayor, que sos mi familia con más derecho y con más verdad que nadie porque yo os hube elegido después de haberos sentido. Que os respeto, que os admiro, que os quiero infinitamente. Que hoy vuestra frente corono con pámpanos de la Rioja y libando el vino rubí de la Rioja alzo mi copa y brindo por vos, brindo junto a nuestros amigos, brindo junto a María Rosa, Thania, Rosa, Noemí, Rosa Dama Negra, Ely, Alex: por vos; brindo junto a Eduardo por vos, hermano. ¡Feliz cumpleaños, Pedro!.Daniel
martes, 20 de octubre de 2009
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